Sagardoy Abogados

Oficinas de Sagardoy Abogados

Sagardoy Abogados es el despacho líder en las áreas de derecho del trabajo desde su fundación en 1980. Su sede principal está emplazada en un antiguo palacete de la calle Tutor de Madrid. En el año 2011 se puso en contacto con CF Arquitectura Interior para plantearnos la necesidad de ampliar el número de despachos de abogados existentes en el inmueble. Dada la imposibilidad de crear más despachos en las plantas baja y primera, que se encontraban totalmente ocupadas, se optó por proponer el aumento del espacio de trabajo disponible aprovechando la azotea. El objetivo era delimitar el nuevo espacio con un cerramiento innovador, que aportase calidad estética a la vez que funcionalidad.

El diseño ampliaba las oficinas respetando un edificio histórico

CF se puso en contacto con CDE Arquitectura, colaborador habitual de nuestra empresa. Un equipo liderado por el arquitecto Ernesto Echeverría realizó el proyecto de arquitectura, mientras que nuestros técnicos aportaron la distribución de despachos optimizando el espacio existente.

CDE también se ocupó de la legalización de la obra. Fue necesario instar un plan especial de protección/ampliación del edificio, para que se pudiese ejecutar la reforma, de forma que esta no pudo realizarse hasta el año 2013.

El proyecto de CDE se reestudió para adoptar las soluciones constructivas que CF ya había contrastado en otras operaciones.

Una solución ingeniosa

Una vez aprobado por el cliente el presupuesto de ejecución, el Departamento de Obras tuvo que estudiar la mejor manera de realizar la actuación sin interferir con la actividad del bufete. Se decidió iniciar los trabajos en los meses de verano, en los que el inmueble tenía una menor ocupación.

El cristal y las transparencias contrastan con la arquitectura tradicional del edificio

Hubo que planificar con cuidado la llegada a obra de los materiales, debido a que las calles que circundan el edificio son de una sola vía, y había que intentar bloquear el tráfico lo menos posible. La actuación supuso la demolición completa de la terraza, que hubo que reconstruir en función del nuevo espacio creado. Se creó una nueva estructura para soportar los nuevos cerramientos. El cerramiento vertical exterior del nuevo módulo de despachos se construyó con un muro cortina de cristal, y el cerramiento horizontal superior se realizó partiendo de una cubierta tipo Deck.

Ejecución en cinco meses sin afectar al trabajo de la empresa

La actuación supuso, además de la realización de la envolvente exterior, el tratamiento integral del espacio interior. Se creó un falso techo liso de cartón-yeso en el que se integraron zonas de falso techo modular metálico desmontable para poder acceder a las instalaciones. También se instaló un pavimento sobreelevado desmontable que después se vistió con una moqueta modular en losetas, permitiendo el acceso a todo el cableado instalado bajo el suelo. Además el espacio interior se compartimentó con un sistema de mamparas acristaladas, para crear los despachos.

El resultado fueron despachos muy luminosos que se construyeron sin interferir en el cliente

En el capítulo de instalaciones técnicas, se ejecutó la instalación eléctrica y de cableado estructurado, dejando cajas empotradas en el falso suelo con las tomas de enchufes y datos para cada uno de los puestos de trabajo. La iluminación se solucionó mediante paneles LED empotrados en el techo. También se sustituyó la instalación de climatización de todo el edificio por un sistema de caudal variable (VRV) de la firma Daikin, colocando unidades interiores tipo split de pared dentro de los despachos. Por último, se instaló un sistema de recuperación de calor que permite ahorrar el 50% de la energía necesaria para la renovación de aire.

La obra se ejecutó en menos de cinco meses, cumpliendo la planificación previamente entregada al cliente.

El resultado final fue una nueva construcción retranqueada de las fachadas principales, no siendo observable desde la calle, con una apariencia muy transparente gracias al muro cortina de vidrio continuo. Esta apariencia vidriada y tecnológica contrasta con el edificio original, estableciendo un dialogo entre dos arquitecturas que responden a momentos temporales diferentes.

La estructura general no se veía a pie de calle

Toda la obra se ejecutó en cinco meses

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